Diabètes , un padecimiento sin edad

Diabètes, un padecimiento sin edad

Gabriela Briones
Mty, N.L.

“El tener un hijo con diabetes te cambia la vida literalmente, cambia las actividades, las costumbres, sientes que se te cae el mundo, te sientes ignorante e impotente aunque el saber manejarlo y apoyarse en toda la familia ayuda a salir adelante y no perder la fuerza”.

Este, es el sentir de un padre de familia, quien al enterarse que su única hija de menos de diez años fuè diagnosticada con diabètes decidió hacer algo por ella y por otros que estuvieran en la misma situación.

Sin fines de lucro, la Fundación Son Niños con Diabètes!, ofrece a los padres de menores diagnosticados con diabètes un grupo de apoyo donde comparten experiencias, se ayudan mutuamente en el trato y conocimiento de la enfermedad.

“Es difícil, primero no sabes que hacer, es por eso la razón de ser de esta fundación, nosotros orientamos y apoyamos, aquí ni el papá y mucho menos el menor se siente excluido en un mundo donde siente que a veces no encaja, que es diferente” Señala Federico Venzor, fundador de Son Niños con Diabètes!.

La diabètes ha pasado de ser una enfermedad exclusiva de adultos mayores, ahora muchos son los menores que la padecen.

En la actualidad, muchos menores tienen una vida sedentaria debido al uso de video juegos, internet y el pasar horas frente a un televisor, esto favorece al aumento de grasa corporal.

Las estadísticas revelan que un menor con obesidad tiene el 80% de posibilidades de padecer enfermedades crónicas como la diabètes .

Se estima que en el 2005 había en todo el mundo al menos 20 millones de menores de 5 años con sobre peso según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Aunque no siempre es la causa, la obesidad si esta considerada como uno de los principales factores de riesgo en el padecimiento de la diabètes .

“Muchas veces se trata de recompensar o castigar a los menores con comida por el hecho de realizar un logro o cometer una falta, la chatarra se vè como premio mientras que las verduras son el castigo, eso es algo que no se debe hacer, porque no se le esta dando el valor correcto a la comida y por tanto a la buena alimentación “señaló la nutriòloga Verónica Tijerina González, responsable de consulta nutriològica en la clínica de nutrición de la UANL.

Para Diego, un niño diagnosticado con diabètes hace menos de un año, encontrar un grupo de menores igual que èl, representó un apoyo, incluso ya conoce los cuidados que debe tener.

“yo aquí conocí, ya me inyecto la insulina solo, además aquí tengo muchos amigos” señaló Diego quien acude con su mamà a la fundación.

“Los niños son inteligentes, ellos mismos te dicen cuando se sienten mal, si van a una fiesta y les dan pastel no se lo comen porque saben que no deben hacerlo, hay que educarles y enseñarles pero sobre todo no excluirlos para que dentro de sus cuidados, ellos vivan su infancia “ indico Venzor.

Aunque la mayoría de los programas a nivel público estatal oficiales están enfocados a la diabètes en adultos mayores, existen asociaciones o fundaciones que brindan este apoyo en forma particular o gratuita.